Quiero besar tu cara
que está marchita,
de tantas penas
que has pasado,
madre querida.
Quiero darte las gracias,
por haberme dado la vida,
y como prueba de mi cariño,
yo te escribo esta poesía.
Cuando te miro,
madre querida
y te veo tan viejecita,
con tus hermosos ojos,
tan apagados,
tu tersa frente
llena de arrugas,
tu voz trémula
como una niña,
tu cuerpo encorvado
andando muy despacito
que me p…