Tengo la inmensa suerte
de haber nacido en un valle,
rodeada de montañas,
de pinos y de olivares,
que todo el que lo visita,
se prende de estos lugares.
Son tan bellos sus paisajes
que puedes pasar las horas
mirando sin que te canses.
Sus arroyos saltarines,
con sus aguas transparentes.
Te puedes quedar dormido
escuchando su corriente.
Si miras a los pinos,
que en sus copas se mecen,
cuando los e…