Ya no hay nada, o apenas un algo.
Una tenue ilusión, un misterio,
una página escrita a destiempo,
una rara misión de profeta
que se escurre, que cruel languidece
en un viejo papel sin memoria
que en un gris cajón se estremece.
.
Porque el mundo padece mil formas.
Porque el mundo transcurre sin pausas
hacia el hondo final del mercado
donde mueren las lunas de otoño,
y donde yacen vacías, sin ecos,…