Permanecer no es estar contigo,
no es verter el desayuno tras el periódico
ni absorber el televisor con los silencios
y contestar con monosílabos aburridos.
Permanecer es apenas continuar en la quietud
sin atrevernos a soltar un improperio,
porque la educación es buena para fingir
y para esconder el sarcasmo que desborda.
Permanecer es apenas esta historia
donde jugamos a ser fieles socialmente…