Amanece, y el sol adormilado, aun bosteza,
el hálito de vida se despierta,
ya todo se transforma en movimiento,
se abren millones de ojos,
para tomar de la vida, nuevo aliento.
Y hay cúmulos de acciones y de afanes
la rutina asfixiante que ya embarga,
las horas presurosas que se pasan,
los encuentros al finalizar la tarde.
La unión en los hogares amorosos,
tertulias de lo que ya ocurrió,…