PARA SIEMPRE.
Temía llegar a amarla y la amé desesperado,
temía a la soledad y hoy me encuentro solo,
así ha sido la vida que sin querer he pasado,
viviendo en la incertidumbre y a veces en el lodo.
No me quejo, es el destino el que decide donde
se puede estar, unas veces alto y otras al abismo,
pero es la voluntad la que en ocasiones responde,
enseñando que lo valioso es actuar y ser uno mismo…