Y llega el silencio acariciando la noche en locuaces sonrisas de luna y sol, allí donde se vierten los cántaros de la miel del amor en fragancias de ámbar y almizcle
Y llega el sentir acelerando tiernas caricias de rayos encandilados en pleno mediodía; se iza la brisa con el tibio resplandor de la musa y se trasladan las miradas en la emoción de un te
quiero...
Y llega el aroma…