Tu beso encendido, incendió mi boca Tu mano pequeña se aferró a mi piel, El zumo sagrado lo probé en la copa De Amor que ofreciste, con sabor a miel.
Tu negro cabello tremulando al viento Dejó que mis dedos jugaran con él, Caricias, palabras, aún yo las siento Con furia salvaje, llegando en tropel.
Precioso tu talle de linea ondulante Uniste a mi cuerpo, fundiendote en él, Brillaban tus ojos…