Vivo en un país de Sudamérica que tiene una rica historia de disímiles pobrezas. Es preciso acordar con mis lectores que al hablar de pobreza refiero a la carencia o escasez de bienes valiosos y muy necesarios.
Llamaré "incultos" a los pobres en valores humanos y espirituales, como lo son la humildad y el afán de propender al trato igualitario, sin discriminación, e "indigentes", por contrapo…